La canción lo dice todo, es lo que ha pasado en mi vida los últimos meses. Y ahora si que me he perdido.
lo intenté por tercera vez
me enfundé en mi traje beige
miré hacia el suelo y me santigüé
te encontré entre los escombros
y aún quedaba un muro en pie
te vi apoyada en él y creo que
lo hacías para no perder la fe
el cristo en la pared se encogió de hombros
y tú con tu voz, esa voz
y tu pálida piel
con el brillo en tu pelo del trigo
con ese otro brillo que imagino tras tu abrigo
pasaste estos últimos inviernos
al calor de un infierno construido en el amor
para acabar en demolición
me dices “ahora ya estás advertido,
no te fíes de un animal herido”
y ¿qué te iba diciendo yo...?
me he perdido
lo intenté siete veces más
quería ver lo que hay detrás
de tu imperturbabilidad
y abrir tu puerta de cuarenta y tres candados
te adiviné en tu balcón
silbando una larguísima canción
pensando “¿es esto lo correcto o no?”
así que hice chas y aparecí a tu lado
“lo sabes, ahora ya estás advertido,
no te fíes de un animal herido”
y ¡oh! descuida, le mentí
soy un experto cazador
lo has visto, es mi mundo derruido
lo que hoy es puro mañana está podrido
y ¿qué te iba diciendo yo...?
me he perdido
mátame si ya no te soy de utilidad
mátame tras leer el mensaje
pero ahora me desnudaré sin quitarme el traje lo he visto, es tu mundo al derrumbarse
que “lo natural es odiarse”
me dijiste, he de reconocer, con cierta convicción
y entonces entonaste dulces gritos
comenzó el más viejo de los ritos
¿fuiste tu, fui yo o sencillamente fue algo superior?
y añadiste “si lo hacemos, tonto mío,
pues hagámoslo como es debido”
“y ¿cómo es eso?” pregunté y tú me dijiste “justamente así no”
y paraste, “me lo tengo prohibido”
yo protesté empapado y más que aturdido
y ahora sí que sí que yo...
me he perdido
que ahora sí que sí que sí que sé
que me he perdido
porque sólo es pensar en ti
y acabar perdido
porque sólo con pensar en ti
me pongo perdido