Hoy desperté y era de noche, vi la luz de mi foco,

vi mis manos, mis pies, me levante y camine; vi mis pinturas, mis pinceles,

vi la puerta y la abrí, hacia mucho frio,

el aire estaba soplando en mi cara, mire al cielo y vi las nubes,

vi tres lunas, pero ninguna estrella.

El hombre que perdio a su estrella

Dejo otro hermoso poema de Leopoldo María Panero, (para ti princesa hermosa, donde quiera que te encuentres)

HEMBRA...

Hembra que entre mis muslos callabas

de todos los favores que pude prometerte

te debo la locura.

La verdad fue muy divertido pintar el fondo, salpicar y bailar alrededor del cuadro me hizo recordar al maestro Pollock y también me di cuenta de cuanta pasión le imprimo a mi obra, lo mas bello de esto es que logro dejar toda esa pasión en el lienzo, es bellisimo cuando puedes reflejar lo que sientes cuando pintas. Aquí ya esta la obra con el dibujo previo a la pintura.

Es impresionante lo que me pasa cuando no se de Stella en un par de días, me la paso soñando con ella toda la noche y despierto con mas ganas de pintar que nunca, bueno a menos que sea uno de esos sueños en los que algo triste pasa y no quiero levantarme en todo el día. Bueno que mas da con el amor o bueno a lo que llamamos amor, ayer ya no pude pintar el fondo porque no secaba la textura pero hoy me levante y fue lo primero que hice, y aquí dejo la imagen ya con el fondo pintado, dije que se vería muy bien jajaja ¿ o no ? .

Un poema de Leopoldo María Panero:

No se trata de rencor sino de odio

Nada hay tan puro como el odio

que vierte esta fuente como dorada bilis

y en donde hay miles de flores saliendo de la enredadera

cruel de la nada, miles

de temblorosas lilas

como mil mentiras.

Yo soy alguien que miente en la tarde

rubí en los ojos del sapo

y espera que forma la cacería

de ciervos en la noche.

Porque lo que soy yo solo lo sabe el verso

que va a morir en tus labios

como el relincho que da fin a la caza.